APRENDER A TENER PAZ.

ES NECESARIO:

La gracia donada:

No al Individualismo. Somos la comunidad de hijos de Dios, y por mandato divino debemos trabajar sin egoísmos. Debemos convivir como equipo, con personas y por la persona humana. Estamos en un mundo donde por aculturación nos hemos llenado de imperfecciones pero en conjunto podemos construir una organización perfecta.

No se deje vencer. Si se baja el ánimo aumenta el estrés y físicamente se aumenta la acidez, lo cual es sinónimo de enfermedad. Las personas se enferman cuando su organismo se vuelve ácido.

No duerma hasta tarde. De la mano de Dios, debes ser diligente para construir tu gran futuro. si sostienes malas interpretaciones, acciones y pensamientos, incluso inconcientemente te encaminas en ese sentido.

No sea excluyente. Es una de las manifestaciones del egoísmo. Pero sí, analiza las actitudes y haga un filtro. “Dime con quién andas y te diré quién eres” lo que cuenta, en este caso, es el ejemplo y los que no encajan van modificando su carácter.

Aparta de ti la tentación del confort (conformismo), pide la gracia para ser una persona renovada. No cultives el pasado. Edifícate par que tengas prosperidad. Sea justo y fiel.

Sea disciplinado. Esta empieza por el orden básico, la transparencia y la puntualidad. La falta a estos principios deteriora la personalidad. Pero no confíe demasiado.

Huya a ser un gastador. Lo que más vale es el tiempo. La pérdida del tiempo es uno de los defectos más grandes del ser humano. Por eso se pierden otros valores que deberían conservarse. Gasto es todo lo que no corresponde a la inversión, por tanto son defectos que pueden deteriorar el nivel de vida, la familia, la salud y la personalidad. La gente pierde tiempo incluso hablando y hoy es muy común el gasto del tiempo en datos, no siempre la tecnología sirve para mejorar, también es empleada para la perdida.

Esfuérzate para ser integro. Tu personalidad vale mucho, es preciso actuar con legalidad, sea ético y honesto.Pero no pongas toda tu confianza en lo material. Acuérdate que primero es Dios.

Es deber cultivar el positivismo. Toda situación por adversa que sea se le debe encontrar el punto positivo. Todo tiene un origen y una finalidad. Y nuestra meta es, con la ayuda de Dios, formarnos para ser mejor como persona y para obtener un mejor nivel de vida.

Nuestro trabajo no puede ser visto como una actividad obligante o una más. Si profesionalizamos el trabajo que nos gusta hacer, alcanzamos el ideal de ser profesionales éticos en nuestras ocupaciones.

Es preciso cultivar las virtudes y huir de los defectos. El odio, la pereza, la indiferencia, la ingratitud, la ambición, la cobardía, el orgullo, la codicia, la soberbia, la ira, la mentira.

Es preciso tener habilidad mental para no caer en distracciones. Podemos estar presentes en lugares y situaciones pero nuestra conciencia puede estar en un lugar diferente. Las distracciones se manifiestan en toda nuestra cotidianidad. Queremos alcanzar objetivos y por distracción perdemos el horizonte y nos extraviamos, con la consecuencia de no llegar a la meta.

Nuestra inseguridad es por falta de profesionalismo. Estudiamos lo que sea y a la hora de enfrentar las situaciones, o no sabemos o tomamos determinaciones equivocas, nos falta la gracia divina.

Somos por excelencia listos para el acondicionamiento. Muy fácil perdemos el horizonte de la vida que esta más allá. El subconsciente capta los sentimientos, pero no sabe diferenciar lo bueno de lo malo. “el deseo de hacer el bien está a mi alcance, pero no el realizarlo. Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero” (Rom. 7,18). Si visualizamos el futuro positivamente nos encaminamos hacia él.

Somos prestos a juzgar. Y por lo general es por falta de interpretar correctamente cada situación. Es decir “ponerse en el calzado del otro” con el juzgar se destruye. y recordemos que nuestra empresa es construir.

El odio no nos deja ser felices. Y la raíz de nuestro bienestar está en el perdón. Si perdonamos se nos perdonara.

Ten fe. Pero la fe sola es inconclusa, es necesaria la acción. fe y acción, la obra que llena nuestras manos para no llegar al destino final con la manos vacías.

Ojalá pudieran hoy oír su voz. «No endurezcan sus corazones como en Meribá, como en el día de Masá en el desierto, allí me desafiaron sus padres y me tentaron, aunque veían mis obras. Cuarenta años me disgustó esa gente y yo dije: «Son un pueblo que siempre se escapa, que no han conocido mis caminos». Por eso, en mi cólera juré: «Jamás entrarán en mi reposo».(Sl.95)


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El perdonar es vivir para Dios.